MESIVERSARIO

Bueno, aunque debería estar estudiando porque hoy me he enterado que mañana tengo un examen, me dedicaré a escribir para descansar la mente. Por cierto, hoy tuve mi primer examen mexicano, y la verdad es que me pareció muy fácil.
Creo recordar que no os he comentado abiertamente que ya tengo casa fija (no es que la de antes se moviera, era yo el que me movía).
MÁS VALE TARDE QUE NUNCA.El día de mi mudanza fue justo el día que hice un mes en las tierras que nuestros ancestros colonizaron, destruyendo gran parte de la cultura existente o relegándola a pequeños reductos donde persisten las costumbres indígenas (lengua, ritos, celebraciones…). Para celebrar mi mes, se sacrificaron algunas langostas en mi honor, realmente no fue en mi honor, se debió a la conjunción de varios factores: estaban creciditas, su dueño estaba harto de mantenerlas, había de cuerpo presente un encargado de sacrificarlas y… también se veían apetitosas.
El rito ceremonial para entregarlas al Dios José consistió en plasmar unos “frescos” digitales en los que los súbditos masculinos aparecen mostrando las víctimas de sus actos, mientras que la súbdito masculona se muestra cocinando las piezas ofrecidas.


















Tras esto el verdugo pasó a realizar su labor, siendo el modus operantis muy sencillo: se le corta por la mitad (longitudinalmente) se le lava, y tras aliñarlo con ajo, huevo y pan rallado se cuece. Rico rico, ya tenemos pendiente ir a por más a una laguna cercana a nuestra población (me encanta hacer uso de los recursos naturales que nos ofrece el medio).
Tras este banquete fuimos a mi nuevo hogar, al que entramos tras una breve pelea con la puerta, ya que una de las llaves no abría, y no sé como cojones logró abrir Alex (el verdugo). Y creo que lo demás ya lo sabéis.

A lo largo de estos días he estado liado redactando mi proyecto y ¿estudiando?, lo que no me ha permitido acudir a la playa. Solo fui a Kajakear el domingo con mi profe, tras haber estado toda la noche pisteando (tomando chelas, o cervezas), y pude tomar alguna fotografía interesante, a la vez que fortalecía mis ya de por sí potentes bíceps y músculos acompañantes. Realmente es lo único interesante que he hecho, a parte de ir a una fiesta de cumpleaños donde probé el susi, donde los pinches cabrones de los méxicanos lo estropeaban echándole chile. También he tenido encuentros con ejemplares “cecilianos”, a los que tuve que calcinar, pero no sé por qué sus cadáveres desaparecen, se hipotetizó que fueran resistentes a la llama, lo cual tendré que constatar experimentalmente.

Pues siento no poder contar nada más, con un poco de suerte por fin iré a bucear este viernes o sábado, ya os contaré. También adjunto otro escrito con mis experiencias en el laboratorio, que espero que os conmueva, o que generen pensamientos o debates en vuestro interior; o lo que sea.

Hasta pronto.