domingo, 15 de abril de 2007

México tiembla ante mi presencia.

El jueves noche, o mejor dicho, el viernes por la madrugada, el que esto escribe estaba tirado en la terminal norte de autobuses de México DF (por razones que ya serán aclaradas en otro momento) cuando a las 0:50 el suelo se meció. Yo, preocupado, me levanté (realmente me senté), pero como vi que nadie se alteraba, esperé a que pasó el temblor de 6.3 en la escala Ritcher (o como se llame la escala). Pasadas 3 horas, me encontraba en el baño evacuando la puerta trasera de mi cuerpo cuando de repente vino una réplica de 5.4, pero pude acabar de giñar y todo acabó así.
Al final el temblor solo causo algunos apagones y algún que otro sustillo, porque en el 85 hubo un gran templor, de 8.4 grados, que causó 10.000 muertos en DF y arrasó el 80% de la ciudad, y esto aún perdura en la memoria de muchos.
Yo sigo bien, agotando mis últimos momentos de vacaciones.
Hasta pronto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Con tu peso has desestabilizado la placa mexicana y encima te has cagado.
No era eso lo que durante tanto años se te ha ido enseñando, pero que le vamos a hacer.
Esperamos ansiosos noticias frescas y documentadas graficamente de tus correrias mexicanas d.f.

Preparate para sufrir con lo que te va a llegar en breve.

Ignacio dijo...

Jajajaja... muy bueno superintendente. :)

A mi llega un terremoto y supongo que me voy por la patilla también... que miedito!!!