lunes, 23 de abril de 2007

Vacaciones por el centro del País (III)- TULA y TEMPLO MAYOR.

Amanecía, y los enormes Atlantes de la ciudad de Tula estaban esperándome. Fui tan madrugador que llegué 20 minutos antes de que abrieran, asi que aguardé ansiosamente mientras leía un libro. Al entrar, tras andar un poco y avistar un cartel de cuidado con la fauna, sobretodo víboras, llegué al centro del meollo. Pero no recuerdo con certeza cuales fueron mis primeros pasos, así que os dejo con la imagen de bienvenida.


Se trata de un chac mool, figura humana recostada sobre la espalda que lleva en el vientre un recipiente que sirvió como receptáculo de ofrendas rituales para el dios de la lluvia (Tlaloc).

El Coatepantli (Muro de las Serpientes).

Las figuras esculpidas en las lápidas centrales corresponden a esqueletos humanos devorados por enormes serpientes de cascabel y se relaciona con el sacrificio humano. Las almenas, en forma de caracol cortado, simbolizan a Quetzalcóatl en su manifestación del planeta Venus.


Si no recuerdo mal, este muro se encuentra en la parte anterior del Templo de la Pirámide B (nombre poco original). En dicho templo actualmente se encuentran a la vista los famosos atlantes de Tula, que representan guerreros toltecas, cuyo atavío con pectorales en forma de mariposa, casco de plumas finas, espejos de mosaicos de turquesa, cuchillo y otras armas los distingue como militares de alto rango. En los relieves de las pilastras están representados algunos reyes o gobernantes de Tula con el glifo de su nombre sobre la cabeza. En la época prehispánica estos atlantes y pilastras servían de apoyo al techo del templo que había en la parte superior de la pirámide.
Tras una breve subida, llevando a la espalda todo mi equipaje (lo que dificultó en gran medida el ascenso), llegué a la cima donde los atlantes parecen velar por la seguridad del recinto.



Tras estar un ratillo contemplando e imaginando cómo sería esto en sus “tiempos mozos”, algo que poco después encontré plasmado en algún lugar.


Después visité el Tzompantli, que es una estructura cuya función era colocar y exhibir cráneos humanos, seguramente provenientes de sacrificios realizados en el juego de pelota cercano.


Si ampliáis esta panorámica podéis ver los edificios más importantes y característicos de lugar. La Pirámide de Tlahuizcalpantēcuhtli, se erigió en honor a una de las advocaciones de Quetzalcóātl, dios patrono de la capital tolteca. No llegué a subir a ella porque creía que no se podía, pero al repasar la imagen detenidamente vi que sí se podía (¡Qué gilipollas soy!).

También acudí al museo del recinto, y tras comprar algún souvenir a un módico precio, me dispuse a regresar al DF.

Ya en el DF, tras admirar el zócalo o centro de la ciudad, visité la Catedral de la misma y la Iglesia adjunta a ésta, la cual está chueca (Torcida) debido a la inestabilidad tectónica del terreno, entre otras cosas. No lo llegué a apreciar bien, pero está un poco inclinada hacia delante.



Luego, justo al lado de la catedral, se encuentra las ruinas del Templo Mayor, centro universal de la cultura azteca. Tras muchos siglos de peregrinación de los aztecas, el 8 de junio de 1325 encontraron un islote rocoso con la prometida señal que tiempo atrás les había dado el dios Huitzilopochtli: un águila sobre un nopal devorando una serpiente. Esta señal es el actual escudo de la bandera de México. Aquí es donde fundaron la ciudad de Tenochtitlán, ubicada en el actual casco histórico de México DF, donde se emplazó en su tiempo el enorme y asombroso Templo Mayor, considerado centro del universo, donde confluyen los 13 cielos y 9 inframundos de la mitología azteca.
La figura más importante en el Templo Mayor fue el centro simbólico de la gran red tributaria del Imperio Mexica, un lugar en donde se reunían las ofrendas sagradas y depósitos funerarios; un adoratorio a las deidades de la guerra y la lluvia; un símbolo de los logros de los aztecas ante sus enemigos. Su construcción se realizó en siete etapas y con el paso del tiempo el templo alcanzó una altura aproximada de 60 metros.
Los templos gemelos coronan la base piramidal reflejan la antigua y persistente visión cosmológica de una serie de oposiciones coincidentes, entre ellas: cielo / tierra, sequía / lluvia, solsticio de verano / solsticio de invierno y los cultos a los dioses Tláloc – Tlatecuhtli /Cihuacóatl-Coatlicue Coyolxauhqui.
Cada uno de estos templos estaba dedicado a un dios, a Huitzilopochtli del lado derecho (SUR), donde se encuentra el monolito de Coyolxauhqui. El otro templo está dedicado a Tláloc, del lado izquierdo ( NORTE ) donde esta el Chac Mool. En la base de la pirámide se encuentra la piedra de los sacrificios.Alrededor de este templo, ahora sepultado por la Catedral y otras edificaciones, se cree que se levantaba numerosos centros ceremoniales.

En esta foto se pueden apreciar 4 de las 7 fases de construcción de la pirámide. Cada nueva fase consistía básicamente en construir alrededor otra capa, para hacer la pirámide más grande. La segunda fase todavía conserva los 2 templos de su cúspide, dedicados a los dioses dioses Tláloc (templo azul) y Cihuacóatl (templo rojo).

Tzompantli (para exhibir los cráneos de los sacrificados).


Al lado del Templo Mayor se encuentra el Museo del Templo Mayor, donde pude disfrutar de infinidad de piezas, entre las que destaco las siguientes:





Es una pieza de cerámica tallada de forma muy precisa; y un cráneo humano decorado para usos rituales.

Representación de la Diosa Coyolxauhqui sobre un monolito (y una réplica con mi geta en primer plano)

Tras este trepidante día (Tula + 2horas de bus + Templo Mayor y Catedral), estaba tan fatigado y saturado de información que me fui a Poza Rica (5 horas de camino), para hacer noche allí y a la mañana siguiente visitar El Tajín.

Para levantar curiosidad, os dejo este video que tomé en Tajín. Muy pronto, la visita a Tajín en vuestros hogares.


2 comentarios:

Ignacio dijo...

De nuevo mazo de currado. Las panorámicas te qeudan muy bien, aunque yo ya tengo un cacao de dioses que no vea. Prometo estudiar más!! :)

Que bien te lo pasas jodío!

José Francisco dijo...

No te preocupes, yo también me lío un poco con los dioses.
La próxima entrega será espectacular, si soy capaz de plasmar las ideas que tengo en mente.

Hasta pronto.