miércoles, 2 de mayo de 2007

Combate nocturno.

Buenas, hoy pensaba publicar algo como mis vivencias con mis padres por Colima, o la cuarta entrega de mi estancia por el centro del país, o incluso una segunda entrega del diccionario mexicano-español; pero me ha surgido algo más interesante. El lunes por la noche me notificaron que el martes ibamos a ir a bucear al arrecife llamado Carrizales, de los mejores de aquí, pero yo me encontraba en Colima. Tras una hora y media de viaje llegué a casa a eso de las 3 a.m. Algo me desconcertó, no se encienden las luces y, lo peor, la casa apestaba. Un kilo de camarones echándose a perder hicieron casi insoportable el olor, llegué a replantearme no tirar de la cadena después de evacuar porque olía mejor, pero no lo hice por principios (o por higiene). Pues nada, a la mañana siguiente me tocó bucear, comer fuera de casa, y limpiar. Toda la tarde limpiando el frigorífico (o refrigerador) de arriba abajo, ayudado de ambientadores para no desfallecer, y fregando lo que parecía ser una salsa de camarón con algo de agua de Jamaica e incluso restos de insectos pegados a dicha salsa, a modo de tropezones. Cuando anochecía aproveché para ir al mercado a por una linterna, la cual me ayudó a leer los apuntes del examen que tuve hoy (me salió bien, y eso que solo leí los apuntes una vez).
La linterna también me sirvió para hacer una cacería nocturna. Estaba sentado en el sofá y algo se movió a mi izquierda, alumbré con la linterna y era una cucaracha, seguramente reclamando el cadáver de alguna de las 4 cucarachas que poco antes encontré muertas por la casa. Tras su demostración de fuerza agarré el spray anti-insectos con la diestra y la linterna prendida con la siniestra, le rocié una buena dosis de veneno, pero la muy carbona empezó a correr hacia mi persona. Un buen puntapié la repelió de su agresión, y seguí rociándola con la siniestra mientras se dirigía a la recámara de Gaby, tuve que entrar para expulsarla a puntazos (patadas), y la seguía rociando, al final la saqué al "patio" existente entre las 2 recámaras de la casa, me volvió a atacar, otro puntazo, y más rociada de veneno. Se puso panza arriba, agonizando, agitando sus artejos de forma estrepitosa, más veneno para su cuerpo, y cuando tuvo síntomas de estar viendo un túnel con la luz que le llevará a discutir con San Pedro su entrada en la casa de Dios terminé; la dejé recorrer agusto ese túnel, y supongo que San Pedro ya la habrá mandado a la barbacoa eterna que se cuece bajo nuestros pies, en el inframundo. El combate no duró más de 2 minutos, pero fue intenso, y salí victorioso.

Pues nada, eso es todo, sigo sin luz, pero intentaré ir redactando las innumerables cosas que tengo en mente.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola cazador nocturno!!!
Menudo fiera estás hecho, eres la peor pesadilla de los pequeños ortópteros nocturnos ;-)

Agur.

José Francisco dijo...

Buenas!!!
Siento ser un empollón o el listo que todo lo sabe, pero las cucarachas no son ortópteros (orden Orthoptera) sino que son del orden Blatteridae.

De todos modos gracias por tu comentario.

Unknown dijo...

jajjajaa, frikiiiii.

Estudiar con una linterna si que es ya un nivel avanzado. No probaste a subir los plomos??

buen combate, que se enteren esos malditos insectos.

Anónimo dijo...

perdón por mi ignorancia.
Gracias por la corrección, estaba equivocado. Vale la excusa de que no soy Biólogo???? jejeje....
Bueno, me lo apunto.
Sigue entrenando para que no quede ni una.

Anónimo dijo...

Tenías razón Santiago, hubiera sido mejor subir los plomos, pero estaban fuera de casa y yo no lo sabía.

Soy pardo.

Anónimo dijo...

tan pardillo como siempre