miércoles, 22 de abril de 2009

Concurso de Pintura y algo más.

Bueno, pues hoy he ido a participar en un Concurso de Pintura Rápida. He plantado mis bártulos en la calle, en un sitio donde no interrumpiera el tráfico de viandantes, y me he puesto manos a la obra (nunca mejor diccho). Nada más empezar he pillado a dos señoras espiándome desde detras de la valla que he utilizado como mesa donde dejar mis cosillas. Luego pues supongo que lo típico, mucha gente se volteaba a ver mi obra, otros se paraban delante de ella algún rato, otros incluso me elogiaban y me animaban. La verdad que para ser la primera vez que pinto en la calle me ha gustado la experiencia. Lo único que al final me he rallado y no he acabado la obra, pero aún así estoy contento con el resultado y tendré que ir un par de veces más para acabarla. He decidido no terminarla (y abandonar el concurso) por varias razones: llevaba tiempo sin pintar y eso se nota, he preferido no presentar una chapuza con la que no me siento bien y dedicarle más tiempo para que quede mejor, y además, lo malo de pintar del natural es que el sol se mueve, y la iluminación del motivo a pintar varía notablemente, así que ya he escogido una iluminación y tendré que ir sobre las horas elegidas para acabarlo (y apoyarme también en fotos). Por cierto, las furgonetas no se transparentan, y entorpecen mi trabajo cuando se plantan delante.
Pues eso es todo con respecto a la pintura, os dejo una foto:
Para haber estado un par de horas, estoy muy contento con el resultado (y mucha gente anónima también).


Y ahora cambiando de tercio, aunque debería ponerlo en otro post, os cuento lo último con mi "compañero" de piso. Creo recordar que el miércoles de la semana pasada, o puede que el martes, se cocinó unos espaguetis para cenar. Pero el muy guarro, al volcarlos para escurrirlos, dejó escapar a dos, que se quedaron en el suelo, uno muy recogidito y otro estirado a todo su largo. El caso es que llegué a pensar en hacer una tesis acerca de las poblaciones microbianas que intervienen en la descomposición de los espaguetis, porque me daba a mí que esos se iban a quedar allí por semanas si yo no los quitaba, a lo que me niego. Yo ya los bauticé con Pili y Mili, y de vez en cuando hablaba de ellos con la gente de clase e incluso me preguntaban por ellos. Pero el domingo fueron asesinados, la perra de Helena (su mascota, no ella) se comió a Pili y Mili, dejando un pequeño rastro de su acto criminal, así que ya me puedo olvidar de mi tesis, pero seguro que en unos días consigo nuevos ejemplares para el estudio.

Pues sólo era eso lo que quería contar, a ver si este finde publico mis memorias por Marruecos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Debes de ir cogiendo practica, y no desesperar, y ademas cuando termines el cuadro va a quedar bien, con ese gigantesco arbol que estas pintado a la orilla de paseo maritimo.

Para descansar te puede pasar por Casa Orozco, que esta cerca y te tomas unos calamares.

Nos vemos en Mollina.

José Francisco dijo...

No, si no desespero, era consciente de mis situación, y globalmente veo positiva la experiencia.
Además, con un poco de suerte cuando lo acabe se lo cuelo a algún viandante, y si no lo cuelgo en mi cuarto que está un poco soso.

Por cierto papá, a ver si aprendes a poner tu nombre, que ya tienes una edad.

*H* dijo...

me gusta el mediocuadro!!
y tambien me gusta que hayas aclarado que quien se comió a pili y mili no fui yo sino mi perra, ikatz ^^