Fiesta, playa, fiesta, playa, fiesta. Así fue.

El otro día, en el laboratorio, comenté que hasta que no supiera nada de la Beca que estoy esperando ansiosamente me dedicaría a tomar el sol en la playa, me abandonaría a la bebida y perdería peso de la amargura y el sin vivir. Pues sí, es cierto. Todo lo dicho es cierto. Desde que vivo con Helena mi dieta es más equilibrada y no como macarrones 4 días seguidos, y por eso he perdido 2 o 3 kilitos en apenas 10 días. Hoy Vanessa me ha dicho que estoy más delagado y fuerte, y también que parezco más "Cani", inlcuso creía que me había retocado la cabellera.

Prosigo con lo de que me abandonaría a la bebida. Pues el viernes por la noche Helena celebraba la fiesta de inaguración de su nuevo hogar (donde antes vivía no se le puede considerar hogar, que no es lo mismo que casa). Como buena anfitriona, me dejó preparar parte de la cena, y aproveché la ocasión para preparar tacos, de esos que hace tiempo que quería hacer pero no surgía la ocasión. Pues a eso de las 7 de la tarde, como no tenía nada mejor que hacer, empezamos con los preparativos:

En la foto se observa la carnaca de pollo, la masa de las tortillas para tacos y mi alopecia, entre otras cosas.

A eso de las 9 comenzaba la fiesta, pero gran parte de la gente se demoró, y algunos más aún, pero tarde o temprano, llegaron casi todos los que tenían que llegar: Eddie, Carlost (ahora conocido como Carlos Caracol), Simone Caracole, Patricia, Mercedes, Alberto, Dano, Ana, Quique, Laura y Danieu. Como bajas: Chus y Juanlu (con justificante), Mer y Ricardo (sin justificar). Pues qué decir de la fiesta... GENIAL!!! Mucha comida, mucha cerveza, mucho ron, mucha música, muchas risas, muy buena compañía... ¿y qué más se puede pedir?. He de remarcar que algunos (los en su día conocidos como Fuckings Bosses o Putos Amos) estuvieron dándole al Ron Barceló desde horas muy tempranas, ante la perpleja mirada de Carlost y Eddie, entre otros. De hecho, cuando todavía no había llegado el grueso de la gente ya llevábamos un par de pelotazos. Os dejo alguna foto de algunos de los asistentes:

Quique (un profesor de la facultad), Laura (su mujer) y Danieu (todo paciencia ante las críticas por su nacionalidad y sus papeles)

Ana y Dano, los mejores amigos de la facultad de Mercedes

Alberto, Eddie y Carlost, los guitarras.

Los anfitriones, encargados de suministrar comida y bebida a todo el que lo pidiera.

Y creo que fue e eso de la 1 o 2 de la madrugada cuando el vecino de abajo nos pidió que hiciéramos menos ruido, y como personas educadas, nos fuimos rumbo a alguna discoteca, pero hubo bajas muy importantes durante el camino, y sólo llegamos los elegidos:

Los Elegidos.

Los machos luchando por las hembras (sin llegar a las armas)

Aquí todos, aglutinados

¡¡¡OOOEEEEEEEE!!!

Los Fuckings Bosses o Putos Amos

¡¡¡NO PUEDE CABER AQUÍ!!!

Homenaje a "Maikel Yacson" (bailábamos Thriller, la canción esa de los zombies)

He tenido que omitir gran parte de las fotos realizadas en la discoteca porque a alguna se le fue de las manos y no sé si llegó a hacer 100, pero poco le faltó. Y nada, tras una tarde-noche de locos, a dormir.
Por la mañana, tras recoger y desayunar unos ricos churritos, se supone que íbamos a ir a la playa. Pero la cosa se alargó un poco, y hasta casi la hora de comer no nos pusimos en marcha. Supongo que la resaca (no muy dura) y mis ganas de ir a la playa hicieron que me desesperara mientras esperábamos para ir, pero al final la espera mereció la pena. Nos fuimos rumbo a Zahara de los Atunes, para celebrar el 30 cumpleaños de Mercedes con un fin de semana de playa, sol y fiesta (en la playa). Y qué se puede decir si pasas un par de días en la playa, con múltiples baños, un toldito que te proteja del sol, una nevera llena de cervezas, unos cubatas in the night (y por la tarde también), música, guitarra (con la cual me eché una buena siesta con música relajante de fondo) algunos intentos de jugar al futbol, una comida deliciosa elaborada por Mercedes y Alberto... todo genial. También he de decir que en un Arosa pueden dormir 2 personas medio bien, aunque lo dejen todo (cuando digo todo incluyo el salpicadero) lleno de arena. Pues como todo esto es mejor vivirlo para contarlo, os dejo simplemente otra serie de fotos:

Mercedes y Joselu preparando la comida.

Mercedes, Jose y Helena, al atardecer.

Jose Bruno (yo) sufriendo un caño de Danieu (maldita la casualidad de hacer la foto en el momento más comprometedor y humillante)

Nuestro chiringuito y nosotros, mejor imposible.

SILUETAS (¡¡¡se puede reconocer a todos los que salen!!!). Una buena foto tomada por Danieu.

Atardece.

Anochece.

Es de noche. Noche de estrellas.

Ya el domingo, tras unos baños matutinos, un desayuno un poco peculiar en un chiringuito donde en un futuro no muy lejano haremos noche (le tomamos la palabra al dueño), y de desmontar el despliegue de medios, nos fuimos para Cádiz. Durante el viaje, en el Arosa con Helena, no llegué a dormir a pesar del cansancio, pero creo que fue porque Helena me estaba hablando y creí necesario mantenerla despierta y despejada por el bien de los dos, así que hice un esfuerzo. Ya en Cádiz, nos dió un ataque de locura, y acabamos dando aplausos y medio (como los que daba Emilio Aragón en sus comienzos, esos que a nadie excepto Mercedes y Alberto les gusta que demos no sé por qué) por cada cosa que veíamos: aaaaaaaaahhhhhh una moto ¡¡¡ppptttth!!!, ¡¡¡ccllllt!!! (esto es un intento de onomatopeya de un aplauso y medio, algo penoso), aaaaahhhhh un coche rojo ¡¡ppptttth!!!, ¡¡¡ccllllt!!!, aaaaaahhhhhh un...... Realmente se podía hacer un reallity con nosotros, porque somos así de peculiares (Mercedes nos vería). Luego estuvimos comiendo en casa, un rico arroz con huevos fritos realizado por Helena, para ocho personas (lo cual significa 16 huevos, ¡¡¡UNA LOCURA!!!), después algunos se echaron siesta, otros jugaron al Pro, otros al Catán... y luego, cuando se despejó la casa, tocó siesta de las largas porque por la noche teníamos cena en casa de Mercedes, para esperar a la media noche y entrar en el día de su cumpleaños.

Mi (o nuestro) salón, ocupado por gente con sueño y cansada (¡¡¡que poco aguante!!!)

La cena en casa de Mercedes, íntima, agradable, aunque fuera una repetición de la comida del sábado, pero muy bien, en su terracita, con unas cervezas, un cumpleaños feliz, un bollycao-tarta de cumpleaños con vela y todo, unos cubatas (empiezo a creer que me estoy volvieno un poco... ebrio), un par de partidas de Catán...

Y ya para acabar, una foto de la playa que espero que os guste, y que espero que no sea la última, que haya muchas más, más días, noches y fiestas en la playa.

(Aconsejo pinchar la foto para un mayor disfrute)