lunes, 13 de julio de 2009

Odisea.

Esta mañana me levanté temprano porque tenía un proceso de selección para ser visitador médico en una empresa multinacional de esas que tiene a los empleados como en una secta pero ganando billetes y billetes. Tras coger "La Bala Roja" me puse de camino a Jerez, donde tenía que estar a las 9. Llegar a Jerez fue fácil, encontrar al calle a la que iba también, pero encontrar el Hotel donde tenía el proceso de selección fue algo arduo, por lo que acabé haciendo un par de pirulas porque llegaba tarde y me estaba hartando. Al final ni tarde ni pollas, ellos se retrasaron 30 minutos, y todos ahí trajeados, con zapatos y corbata pasando calor; bueno... todos no, yo iba en zapatillas y con camisa, pero sin corbata ni chaqueta ni pelo engominado ni nada por el estilo. Es más, como buen mexicano (o andaluz) dejé todo para lo último, y acabé imprimiendo mi curriculum en la recepción del hotel.
El proceso... pues bueno, había una prueba psicotécnica de completar series de números en 5 minutos, pero cuando empezó el tiempo yo ya llevaba más de la mitad (que no me hubieran dado el papel sin darme instrucción alguna), así que esa prueba bien. Luego vino otra, en la cual se supone que era el jefa (el no se qué Manager o Assistant o alguna gilipollez de esas) de una empresa y tenía una serie de asuntos y problemas que resolver, dándole prioridad, orden de resolución y forma de resolución (yo, ni puta idea). Por lo tanto, no pasé del primer corte. En parte bien, porque aproveché para ir a por unas entradas para unos conciertos de los cuales ya os hablaré en su momento y que tienen pinta de estar muy bien. Eso sí, por Jerez sudores y sudores, como mi tito Miki, pero sin llegar a dejar los surcos tan grandes.
Luego me encaminé a la facultad... y allí empezó.... LA ODISEA. LA ODISEA, LA MALDITA ODISEA. El caso es que Mercedes y yo íbamos a echar unos papeles para entrar en una bolsa para sustituir a profesores de la universidad. Como buenos andaluces (yo ya no sé ni de donde soy) lo dejamos todo para el final. Hoy acababa el plazo. Son las 13 horas, y pensamos que tenemos una hora para entregarlos, allí en la facultad, al ladito. Pero la verdad duele, a las 13 horas cierran la oficina, horario de verano, maldito y puñetero horario de verano. La alternativa, ir al rectorado de Cádiz. Llamamos. Preguntamos. Sí, están hasta las 14 horas. Vamos. Mercedes conduce mientras yo modifico su curriculum, lo peor es que yo tiendo a marearme si leo en un coche (si el coche está en marcha, porque estando parado no hay problema) y el trayecto tiene muchas curvas y rotondas. Acabo de maquear su curriculum. Acabo mareado. Joder que calor. Joder que mareo. Recogemos a Alberto en la entrada de Cádiz. Mercedes casi se lo lleva por delante. Perdón. Perdón cariño. ¿Te has hecho daño?. No no, estoy bien. Vamos para el centro. Llegamos al centro. Bajamos del coche. Alberto se queda custodiándolo. Llegamos a la copistería. Acudo al rectorado y confirmo que sigue abierto. Regreso a la copistería. Hago unas fotocopias. Regreso al rectorado. Hablo con el de registro y me dice que nos aligeremos que se tiene que ir. De vuelta a la copistería en busca de Mercedes. Ya está todo impreso. Otra vez al registro. El hombre flipa cuando ve que no tenemos rellenados los papeles. En un momento lo rellenamos. No os da tiempo, me van a dar las dos y cuarto. Entonces... Dejarme los papeles, los sello como si los hubiera recibido hoy y mañana me lo entregáis tranquilamente. De puta madre. Mis papeles son sellados a las 14:01:10. 70 segundos tarde. Pero ahí están. Bueno, ahí estarán. Mañana.
Y pensaréis, pues sí, vaya Odisea. ¡¡¡PUES NO!!! La ODISEA fue regresar a la facultad. Una hora. Sesenta minutos. Tres mil seiscientos segundos. Vamos, mucho tiempo. Calor. Hambre. Desesperación. Coche lento delante. Coche imbécil delante. Desesperación. Más calor. Más hambre. Mercedes ya ladra y saliva por la boca. Yo también. Es todo quejas. Solución: música clásica. Amansa a las fieras. Pero es momentáneo. Más estrés. Más calor. Más desesperación. Al fin logramos llegar. Yo como. Mercedes recoge. Mercedes se toma una cerveza y se va. Yo subo al laboratorio. No tengo ganas de nada. Dormí poco (no más de 4 horas). Noto cansancio. Me quedo de chachara en el laboratorio y mirando cosas por interné mientras Vanessa trabaja. Ella no se molesta. Yo tampoco. Hablamos con Fernando. Mañana no hay muestreo. Bien. Tenemos mucho trabajo acumulado. Fernando nos engaña. Más trabajo. Una publicación a la vista. En teoría con 4 o 5 días de trabajo está todo hecho. Veamos si se cumple la teoría. Nos puede la ambición, la fama, el éxito. Aceptamos. Luego lo pensamos. En la que nos hemos metido. Ya, de perdidos al río. Nos vamos para casa. Mañana, a trabajar duro. Esta semana tenemos que ir quitándonos trabajo de encima. Lo haremos. Podemos. Fin.

5 comentarios:

rodrigo dijo...

Ya lo dije en alguna entrada anterior 26 años cuidandolo, mimandolo, enseñandoo, haciendo que sea ordenado, precavido, previsor, con porte, presencia, y va el capullo y en un día echa por tierra la labor de toda una vida.

Esto te va a costar una buena comida cuando vayamos por ahi, asi que ves ahorrando y buscando sitio para Helena, tu y tus padres, ys pensaré si alguno mas.

rodrigo dijo...

En cuanto al campeonato de catan de madrid, al final no fuimos ya que lo cambiamos por una muy buena comida en Coslada, a base de carne y carne.

La familia Mendez estudiando se quedaron.

adivina dijo...

hole mi niño q apañao es
pienso q tendreis suerte las cosa echas a ultima hora tambien salen bien
munchos bezoz

José Francisco dijo...

Papá, cualquiera es capaz de echarlo dentro del plazo sin emoción alguna. A nosotros nos gusta apurar, sentir la aventura de que por dejao de la vida pierdes una muy buena oportunidad, y además, labramos aventuras que contar por aquí.
Pues eso, habrá que seguir dejando todo para el final para que tenga emoción. De lo contario no habría una anécdota que contar.

Axenav dijo...

Es la 1º escribo por que jamas he vivido tanto stress leyendo tu blog!! Que escritor, que capacidad de comunicar una emoción, hoy el dia pinta igual, somos chichos ambiociosos y trabajadores, ya vendran las recompensas! animo