De vuelta a Cádiz, trabajando.

Antes de todo, informo que ando un poco espeso, así que no aseguro una gran lucidez en mis palabaras.
Primero os pondré unas fotos que hizo Quique la semana pasada cuando fuimos a bucear:

Mirada sexy.

Sí, ese soy yo, trabanjando.

Al resto no les pondré pie de fotos por no estropear lo bonito de las imágenes con comentarios absurdos o desafortunados, y porque no sé con exactitud qué es lo que aparece, así que prefiero no cagarla. Disfruten de ellas:

Ahora sí, prosigo relatando mi existencia. Pues el miércoles, tras pasar la noche de San Juan durmiendo en un autobús desde Madrid hasta Cádiz mientras que algunos (no voy a decir nombres) disfrutaban de una fiesta por todo lo alto en La Caleta, tocó día de muestreo. A pesar de no tener fotos, os comento que fue todo bien, yo aproveché para broncearme el torso y hacer ejercicio, porque al ser el único macho me tocó cargar con una nevera llena de muestras llenas de piedrecitas. Ya una vez en el laboratorio, también me tocó subir cubos de agua salada desde el sótano hasta el laboratorio, creo que me tienen explotado.
Ya por la tarde-noche regresé a casa, algo cansado, donde me esperaba mi nueva compañera de piso. Ella vino de Madrid con su coche lleno de comida, así que creo que durante unos días o semanas será el cordón umbilical que me mantenga en pie a base de una dieta sana y equilibrada (y no comiendo macarrones 3 o 4 días seguidos). He de señalar que es mi nueva compañera de piso pero que todavía no tiene habitación propia, aunque creo que esta noche sí la tendrá porque hay movimientos migratorios por mi casa. Hasta hoy ha tenido que dormir en el sofá (porque no quería que yo durmiera en el sofá y ella en mi cama) y eso ocasionó un pequeño incidente con mi futuro ex-¿compañero? de piso por la noche que no quiero recordar porque me pone de muy mala leche. Durante esa tarde-noche nos tomamos unos helados poco helados y machacados, como se puede apreciar en la siguiente imagen (creo que mi cámara va a tener mucho trabajo con la presencia de Helena en casa, y eso os beneficiará a ustedes porque tendréis más fotos de las que disfrutar):

También cometí el error de decirle que me había traido una corbata de Madrid, y me obligó a posar con ella, yo intenté resistirme pero sus amenazas me hicieron doblegar:

¡Aaaaay! ¡¡¡Qué paciencia!!! (y ¡¡¡qué morenito!!!)

Bueno, pues el jueves tocó día de hacer trabajos y de reuniones y de preparar otro muestreo para el viernes. Durante la preparación de éste surgió un dilema o confrontación entre todo el laboratorio y mi persona. ¿Qué es mejor?¿Guardar botes en bolsas o bolsas en botes?. Os explico brevemente, cada bote tiene una bolsa asignada, y el dilema es si para llevarlo al campo es mejor meter la bolsa dentro del bote (es una bolsa pequeñita que cabe en el bote) o el bote en la bolsa (es un bote pequeñito que cabe en la bolsa). Teníamos que llevar 32 bolsas-botes (más o menos). ¿Ustedes que opinan?.

El jueves por la noche tuvimos cena con gente del Máster, organizada por Manu para despedir a Cristian (según la versión oficial) pues se nos marcha a Alicante a trabajar y acumular euros. La cena la verdad que muy bien, con muchas risas y la siempre agradable compañía de la gente del Máster. Luego, tras una indecisión general, nos fuimos a tomar unas copas a una discoteca, y como me piqué un poco con Manu acabé tomando un par de copichuelas, sabiendo que al día siguiente me tocaba muestrear en fango y que iba a ser durísimo. Pero no hay dolor, la noche muy bien, con algunos bailes con las chicas de clase, las cuales me acosaron de tal manera que me llegué a sentir un poco afligido, algunas conversaciones de más o menos interés con diferentes personas, y con muchas risas.

Ya el viernes, en un estado normal después de una noche agitada, nos fuimos a muestrear. En la lancha, comandada por Ricardo, también íbamos Fernando (mi apreciado jefe), Vanessa y yo. Ricardo no tiene mucha idea de pilotar barcas, la verdad, pero el viaje se hizo divertido con sus embistes. Una vez en el fango, esta vez en bañador, pues a trabajar y a revolcarse, que no todos los días se puede hacer barroterapia de manera gratuita. Yo acabé nadando en el fango, como si fuera un pingüino o una foca, ya la semana que viene rodaré un video que demuestre la verdad (esto es idea de Fernando). Las fotos de este muestreo no han llegado todavía a mi poder, pero ya las pondré cuando las tenga. En la zona de desembarque, cuando íbamos a sacar la lancha del agua nos encontramos con un vehículo que entorpecía el camino para nuestra furgo, y al comprobar que estaba abierto Ricardo y yo nos planteamos quitarle el freno de mano y echarlo a un lado, pero tenía la dirección bloqueada. Además, resultó que era un vehículo de unos agentes medioambientales que andaban por allí y vinieron "to farrucos" creyendo que éramos gitanos y que les queríamos mangar el coche. Menos mal que mientras uno se flipó enseñando la placa el otro conversó con Ricardo y conmigo y entro en razón, así que al final no pasó nada más (otra anécdota más).
Pues nada, esa tarde fue durísima en el laboratorio, con mucho trabajo, tanto que al final tuve que ir hoy sábado por la mañana a terminar, y por eso estoy muy cansado. Menos mal que me he echado una siesta en la playa y otra en casa, y ahora estoy más o menos.

Pues creo que eso es todo, no sé si se me queda algo en el tintero, pero no me apetece pensar, así que os dejo porque ayudaré a Helena a sacar las cosas de mi cuarto porque como auguré antes hoy tiene habitación para su desahogo personal.

PD: ¡¡¡Albertoooo hueleeeee braaaaaagas!!!