Una chica con suerte y un día con suerte.

Esta entrada se la voy a dedicar a una chica que estaba empeñada (y espero que ya no) en que tenía muy mala suerte. Su nombre es Helena, conocida mundialmente a través de este mi blog. El caso es que allá por septiembre u octubre ella llegó a Cádiz, con toda la ilusión del mundo a hacer un Máster en Oceanografía. Decidió compartir piso, y como la chica con la que iba a compartir había hecho ese mismo máster el año pasado, había estudiado biología y encima le gustaba mucho los cetáceos (como a Helena), pues creyó que iban a hacer buenas migas. Pero resulta y resalta (esta expresión la decía mucho una chica de México, y me hacía mucha gracia) que resulto que esta compañera de piso realmente debió de salir de un descuido del diablo, seguramente creyó que tenía gases y resultó ser un pedo pintor lo que se tiró, o algo peor. Pido disculpas al diablo por atribuirle este marrón (eh!... "marrón"). La muy perra trataba fatal a Helena, sin causa alguna, pero como se suele decir (o no) a todo cerdo le llega su San Quitín, por lo que espero que alguna vez se la metan doblada y escarmiente la muy...
El caso es que Helena andaba un tiempo buscando casa, y el otro día se me ocurrió decirle que si quería le podía preguntar a mi casero que si alquilaba una habitación para el verano. Tras hablar con el casero me dijo que sí, y aprovechó la ocasión para decirme que en septiembre me buscara algo (ja ja, que cabroncete, pero realmente le comprendo y asumo que tendré que migrar cuando acabe la época estival). Así que le comuniqué a Helena que podía compartir piso conmigo durante Julio y Agosto, y realmente se alegró, por lo menos la cara de felicidad que lucía al día siguiente así lo indicaba, cara que creo que jamás olvidaré, porque realmente llevaba un tiempo muy agobiada por el tema.
Pues hoy jueves, tras pensarlo bien, le dije que si quería podía ir trayendo cosas a casa, y ella me contestó que ya había empaquetado cosas, así que... pues eso, en teoría iba a traer alguna cosa y iba a realizar la mudanza el fin de semana del 20-21, porque tenía ganas de irse ya de la casa en la que vivía. Pero por causas que no explicaré, la muy perra de su compañera hoy le mandó un SMS diciéndole que si no le pagaba el mes (ya que Helena pasaba de pagarlo porque dejó una fianza en la que no confiaba en recibir) tendría que irse de casa. Yo le dije que si estaba harta ya, que para pasarlo mal, que se fuera ya. En que momento, ahora tengo la habitación llena de cajas, maletas y mochilas, incluso con una estantería nueva; ropa femenina colgada en el tendedero, y no sé que más cosas por doquier. Ja ja, ¡¡¡ME HAN OCUPADO!!!
Pero bueno, realmente no es ninguna molestia. Ahora Helena no tiene ninguna preocupación, es plenamente feliz, tiene la suerte de tener unos amigos del Máster que le hacen la mudanza y los portes en no más de 4 horas, que incluso le han ordenado las cosas en mi cuarto (realmente las he ordenado yo, pero generalizaré para no llevarme todos los meritos), que le dejan dormir en su casa hasta que se traslade definitivamente a la mía (ahora habita en la casa de Danieu), que le tienden y destienden la ropa, que le apoyan moralmente en momentos que deberían ser críticos (pero tampoco hay que darle más importancia de la necesaria), que le hacen la vida más alegre...
y además, va a tener uno de los mejores compañeros de piso que jamás se pueda encontrar, y yo también tendré una de las mejores compañeras de piso que jamás me pueda encontrar.
Así que a partir de ahora, nada de decir que si tengo mala suerte, que si tal, que si pascual. Además, me alegro mucho de que vaya a compartir piso conmigo, porque eso de venir a casa y no hablar con nadie y sentirme aislado en mi cuarto-zulo me desmoralizaba en algunas oacasiones. Ahora cuando llegue a casa tendré a alguien que me quiera y me escuche, e incluso me cocine (oeee).

Por cierto, lo de día con suerte del título lo pongo porque de 4 veces que he ido hoy aparcar un coche o a acompañar a aparcar, en las 4 ocasiones he encontrado sitio rápidamente y cerca de casa (bueno, en una de las ocasiones acabé dando alguna vuelta pero aparqué en la puerta de la ex-casa de Helena). Y también lo digo porque tras la mudanza y cenar les dije a Eddie, Chus, Carlos y Helena que íbamos a echar un par de Catanes y que les iba a ganar y así fue. En una de las ocasiones sacando 2 puntos con dos desarrollos previo aviso de que con un punto ganaba, haciendo 11 puntos en total. Pues nada más, echaré la quiniela para ver si sigue la racha.

PD: me voy a Bailén, a ver a mis abuelos, con Helena, y también nos iremos de concierto a ver a varios grupos, así que hasta el domingo por la noche estaré tecnológicamente ausente.